jueves, 6 de noviembre de 2025

90 minutos

¡Hola, mis Puntillers favoritas/es/os!

Soy yo, la hermana fundadora de la orden Como hilo por puntilla (a ver qué día me acuerdo y miro cuándo empezó este circo, que igual hasta hay que celebrar algún aniversario) y, con mis 40 y pico, sé una cosa o dos sobre lo que significa que el cuerpo y la mente empiecen a pedir un poquito más de "mimo".

Si has llegado a esta edad con una lista de anécdotas más larga que la alfombra roja de los Oscarses y una rodilla que cruje más que el pan tostado del bufé libre del Hotel Don Curro de Málaga, ¡este post es para ti!

Hoy no voy a hablar de dietas milagro ni de gimnasios con música a tope y "criptobros" de esos que huelen a toalla húmeda y yogur agrio. Vamos a hablar de "la herramienta" más barata (que no por ello menos valiosa) y efectiva que tienes: tus propias piernas.

salir a pasear


Yo era de las que pensaba: "si estuviese dotada para el deporte sería más alta, más delgada, más flexible, más ágil y más joven".

Y aunque podríamos tener una conversación larga y tendida sobre este tema y mis deliciosas curvas, lo que está más que claro es que hay que dedicarle al menos hora y media al día al movimiento del cuerpo. Y que no es necesario gastarse las monedas. Solo se trata de salir de casa y darse un poco de cariño en forma de 90 minutos de paseo. 

¿Por qué hora y media, y no solo 30 minutos? Pues porque la magia, queridas mías de mis entretelas, ocurre cuando le das tiempo al cuerpo y a la mente para que realmente "arranquen" y se reinicien.

Por cierta, que conste que servidora ni es nutricionista, ni entrenadora ni ná de ná. Por no saber yo no sé ni lo que es un Pokemón de agua. Yo solo soy una pobre (y sexy) chica de clase obrera con mucho vello. 

Felicidad GRATIS. A los casi 50 años y parece que era ayer cuando aún me estaba haciendo a la idea de los cambios de mi cuerpa, las preocupaciones son muchas: los trimestres, mi padre desconfigurando la smart tv, el trabajo, los dolores, la coronilla visible, la falta de "que me den como a cajón que no cierra", la cantidad de personas escorpio que tengo a mi alrededor, que si ceno solo fruta, que si ceno solo jamón de York, que hoy no como hidratos... Pues todo eso, al cabo de 45 minutos de caminata, se me empieza a olvidar (debe ser que mi celebro empieza a liberar endorfinas de serotonina de esa) y me siento mucho más ligera y menos enloquecida viva. Es como si la naturaleza me diese una calada de p0rr0 legal.

El nudo que tengo en el estómago "mese" afloja, y de repente todo se ve más pequeño y manejable (no voy a hacer ningún chiste sobre mi ex).

Con la edad, mis articulaciones se han vuelto más rígidas que el flequillo de la "Sofiemérita".

¡La artrosis me está respirando en la nuca!

Caminar una hora y media hace que sienta mis cartílagos más lubricados y nutridos (no penséis mal que os conozco). y no se trata de correr (yo no correría ni en una invasión zombi, me dejaría comer a la primera de cambio), sino de moverse de forma constante y suave.

Me lo noto en las piernas un montón. Mis muslos están más fuertes y tengo los gemelos más duros que un filete de euro.

Desde que salgo a pasear noto menos dolores y más agilidad para seguir bailando sobre las tumbas de mis haters

Apunte técnico:

- (esto lo recuerdo de cuando tuve entrenador personal) después de los primeros 40 minutos de estar haciendo cualquier tipo de movimiento, tu cuerpa empieza a tirar de las reservas de grasa tocino ahumado de forma eficiente. Por lo que además de sentirte más activa, estás quemando calorías y mejoras tu estado general; hasta tienes más energía (al menos es lo que yo siento en este body que atesora todos los misterios del Mediterráneo).

¿Estás atascada con un "poblema"? ¿Sientes que te has quedado en pausa y no sabes cómo seguir avanzando? Pasear te ayudará.

Caminar a un ritmo constante te pone en un estado mental relajado y que te ayuda a desconectar de aquello que te tiene agobiá. La cocotera se relaja lo suficiente para que las ideas y las soluciones, que estaban ocultas, aparezcan sin esfuerzo. Mis mejores ideas para el blog han surgido a la mitad de mi paseo.

Para que esa hora y media no se convierta en una tortura, aquí van mis consejos de oro del que no se hace verde:

- Crea una lista de canciones de hora y media, combinando música petarda con los grandes éxitos de la copla. ¡La música es el mejor cronómetro!

- Olvídate del reloj (salvo para medir el tiempo total). No tienes que ir a la velocidad del AVE Alcanfor de las Infantas-Madrid. Encuentra un ritmo en el que puedas mantener el paso pero que te haga sentir que te cuesta un poquita.

- Siempre hidratada, nunca reseca, sobre todo en verano. Lleva una botellita de agua. La deshidratación es el enemigo de las articulaciones y del buen humor.

- Cambia de camino. El celebro odia la rutina. Explora calles nuevas, parques diferentes. ¡Mantén la mente curiosa! como esa amiga tuya que dice que lo probó en la universidad pero que no volvería a repetir

Así que ya sabes, Puntiller querida. No pospongas esa hora y media. Es un regalo que te haces a ti misma. ¡Menos tiktok y más pasos!

¿Y tú, dónde vas a ir a caminar mañana? ¡Cuéntamelo en los comentarios!

Un fuerte abrazo y a seguir moviéndonos.

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