¡Hola, mis Puntillers!
Soy yo, la Madre Fundadora de esta nuestra hermandad, vuestra gurú de la vida glamurosa y, seamos sinceras, la reina indiscutible de los mundos de los blogs (soy la única paleta que sigue escribiendo por estos lares).
Si me seguís "de muchos tiempos", ya sabréis que mi vida es un 80% brillo y un 20% personas que opinan que debería dejar de existir en el "interné". ¡Y ese 20% es lo que nos ocupa hoy!
¿Estás pasando por un momento en el que sientes que Internet es una sitcom escrita por el guionista más retorcido del mundo?
Pues ¡bienvenida al club! Hoy "destripamos" a los/las haters con humor, ironía y, sobre todo, con un pelazo increíble, hidratado y con las puntas cerradas.
En mi carrera he tenido más campañas de desprestigio que episodios de gastroenteritis lentejada salvaje. La clave no es detenerlas (es como intentar detener las sandeces de IDA), la clave es cambiar nuestra reacción.
Ponte las gafas de sol y ya sabes: "dientes, dientes".
No Eres la Madre Teresa (ni ganas, que era una tía nada chula).
Cuando ves el comentario hiriente, la story malintencionada o escuches los rumores de vecindonas llenos de odio, tu primer instinto será... defenderte. ¡ERROR! ¡STOP! ¡QUIETA! ¡PARA!
El/la hater no te odia a ti, odia el concepto que tiene de ti: tu éxito, tu seguridad, tu mata de pelo, tu brillo en los ojos, tu perfil escultórico, tu estilo al vestir, tu carisma, tus pechotes, tu metabolismo,... Su "crítica constructiva" es en realidad una proyección de su propia frustración envuelta en papel de regalo envenenado y más tóxico que la luz de gas que me hacía mi ex.
Cuando leas uno de "esos" comentarios, tómate 15 minutos para despotricar en privado (en privado). Grita a una almohada, llama a tu mejor amiga (la que siempre te da la razón) o escribe un borrador venenoso... y luego lo borras. Si contestas en caliente, les das la validación que buscan. Has perdido tú y han ganado los/las haters.
Tu salud mental es lo primero, pero tu paz legal también cuenta. Sé meticulosa, pero no obsesiva: haz captura de pantalla a todo lo que sea amenaza, injuria o difamación grave. Guarda el enlace, la hora y el nombre de usuario. Luego, lo archivas en una carpeta que NUNCA abrirás a menos que tus abogadas te lo pidan.
Intenta utilizar la ironía como respuesta a "esos" comentarios. Es algo que solo está hecho para las personas que somos inteligentes y leídas, por lo tanto, la mayoría de los haters no van a entender tu respuesta y se quedarán, como dicen en México, con el fundillo chueco.
Ejemplo: "Muchas gracias por tu visita y tu comentario que mejora el engagement de mi cuenta, yo voy a volver a mis cosas importantes (elegir un labial)."
Bloquea, bloquea y bloquea. Tu feed es tu casa. ¿Dejarías entrar a un desconocido a gritarte en tu salón? ¡Obviamente no! Al bloquear, piénsalo, esa persona deja de existir en tu red social, es borrada de la faz de Instagram/Facebook/X/... , ya no volverá a molestarte nunca más (aunque se haga otras 40 cuentas).
El botón de bloquear es la herramienta más zen que existe. Estás diciendo: "Tu negatividad es puro sucedáneo de huevas negras de lumpo y mi paladar está hecho solo para el caviar, cariña."
Recuerda esto: los/las haters siempre están mirando, nunca están haciendo. Y solo atacan a los que ven en la cima. Ese odio es una señal evidente de que eres relevante y de que te envidian viva. Estás haciendo ruido. Estás teniendo éxito. Estás consiguiendo tus sueños. Si nadie te odiara un poquito, significaría que no estás haciendo ná de ná.
Por cierta, que sepáis que nada les va a dar más rabia, a los/las haters, que canalices tu rabia y la conviertas en combustible para tu próximo proyecto. ¿Que te critican por hablar mucho? ¡Lanza un podcast! ¿Que te critican por ser frívola? ¡Lanza una línea de pestañas postizas! Demuéstrales que su energía negativa solo te ha hecho más fuerte, más guapa, más joven, más delgada y más rica; demuéstrales que es el viento bajo tus fabulosas alas.
Recuerda, mi querida diva puntillera, que la pantalla es solo una fina lámina de cristal. Los/las haters están al otro lado, remojándose en la salmuera de su propia frustración. Tú, en cambio, estás brillando, ganando siempre, deslumbrando con tu personalidad. ¡Que no se apague tu luz!
Nos vemos en Facebook, en Instagram o por aquí en los blogs.
Que el karma nos pille confesadas.
La Madre Fundadora de esta nuestra comunidad os quiere con mucho mucho amor (y una pizca de maldad bien entendida).

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Colabora conmigo para mejorar el blog escribiendo tus opiniones. Gracias! 😊