jueves, 31 de marzo de 2022

El entorno laboral y esas cosas que nadie me contó

Hola hola holaaaaaa!!!!

¿Cómo están mis Puntillers? ¿Me echabais de menos?

Espero que muchísismo. Yo os he añorado cienes y cienes de veces. Me he sentido incompleta. Como cuando no tomo tarta de postre (igualica que Mariah Carey, que la pasa lo mismo).

Hoy vengo a daros un poco de chapa (pero no pintura), respecto a un tema del que no se suele hablar o, al menos en mi caso, no es una conversación que haya tenido con nadie nunca.

¿Cómo comportarse en el entorno laboral?

Las que ya tenemos unos cuantos años de experiencia laboral a nuestras espaldas (y muchas unidades de ácido hialurónico en nuestroos los labios), nos hemos visto en situaciones laborales verdaderamente complicadas y en las que no supimos cómo reaccionar.

Y vosotras pensaréis: Chica qué diceees? Saoko papi, Saoko!

A lo que me vengo a referir es que, en el entorno laboral, además de aprender con el transcurso de los años, también aprendes a base de "cabezazos" contra la pared, a base de "golpes", a base de torceduras de tobillo por taconazo, a base de enganchones de peluca...

¿Me se entiende?

 

Como hilo por puntilla


 

¿Quién soy? (fuera y dentro del trabajo)

Es un paso indispensable en general y muy muy importante en el entorno laboral.

Antes de aterrizar en el trabajo he de conocerme, aceptarme y no juzgarme. ¿Soy tímida? ¿Soy habladora? ¿Soy cínica? ¿Soy sensible? ¿Soy confiada? ¿Soy una rancia? ¿Soy una actriz 360?

Pasamos muchas más horas trabajando que en cualquier otro lugar o contexto de nuestra vida (son las maravillas del capitalismo), por lo tanto hay qué saber qué partes de mi personalidad voy a poner en marcha una vez dentro de ese "tablero".

Saber quién soy me va a permitir tomar conciencia de mi comportamiento de cómo voy a ir dosificando mi personalidad en la trabajación. Y esto no lo digo para ser una lianta y caerle bien a todo el mundo, no. Lo digo para tener claro que me he de proteger o por el contrario, el trabajo, se acabará transformando en una condena. Nuestra salud emocional y física quedan desprotegidas y con ellas NO SE JUEGA.

¿Compañeros o amigos?

Cariñas, que no os engañen. En el trabajo es posible que encuentres a algunas personas que se acabaran convirtiendo en amistades de las buenas. Pero no es lo más usual. La mayoría son y serán solamente compañeras y compañeros de trabajo. Es indispensable establecer límites y que sean cambiantes. Poco a poco podremos ir relajando nuestra actitud, pero tomaos vuestro tiempo, no tengáis prisa en esto.

¿En la primera cita y durante la cena, te sacarías un pecho? Pues eso. No hay que empezar la casa por el tejado y no entrar al curro como si todes fueran tus amigues de la infancia. No lo son.

No se nos puede olvidar que la opción de no gustarle a todo el mundo está ahí. No somos una croqueta (aunque yo ultimamente estoy más cerca de las croquetas que de los seres humanos). Lo puede parecer por la cantidad de horas que se pasan en el mismo emplazamiento, pero no deja de ser un espejismo. Por eso es vital no perder nunca el punto focal:  estoy trabajando.

¿Dónde estoy? ¿Cómo me comporto? Estas dos preguntas nos las tenemos que ir repitiendo, al menos al estrenar puesto de trabajo, de manera constante. Evitando así los malos entendidos y las situaciones extrañas que te hagan más difícil el día a día.

La cara de póquer. ¿Cuál es su utilidad?

Todo son beneficios al aprender a disimular las sensaciones que te producen las diferentes situaciones que se viven en el entorno laboral. Evidentemente que no todo lo que tengamos que hacer en el curro nos va a saber a Nutella sobre pan caliente. La mayoría de las cosas se nos van a atragantar o no nos van a resultar demasiado agradables. Y si dejamos que la cara se exprese libremente, la cosa acabará como cuando nos hacemos mechas en verano y nos bañamos mucho en la piscina. Una tragedia griega.
La cara de póquer facilita las relaciones personales en el entorno laboral y eso es como invertir en cereales, todo ganancias.

No es ser falsa, es trabajar la diplomacia.

Acercar posiciones 

Hemos de pensar lo siguiente: en la mayoría de trabajos estaremos rodeades de gente. Así que hay que saber trabajar en equipo. Nos guste más o nos guste menos.

Es en esta situación donde han de desplegarse todas las habilidades sociales que poseas. 

Trata de convertirte en Suiza (el país). Mejor ser neutral.

Piensa que mañana has de volver. Nunca te vayas del trabajo sin solucionar un conflicto, dejando que se convierta en un monstruo.

Que la búsqueda de puntos en común sea incansable. Somos adultos y forma parte de la madurez no dejarse llevar por los primeros impulsos a la menor contrariedad (espero que estés leyendo esto Will Smith).

Asertividad

Ese lugar en el que lo que yo quiero y lo que quiere el otro entran en "conflicto". No podemos ganar siempre, todo el rato y en todas las ocasiones. No somos el dueño de Mercadona.

Pero tampoco hay que ser la perdedora en todas las vicisitudes laborales.

La capacidad de negociar, de salir victoriosa y de ceder es indispensable en cualquier trabajo. Y no solo allí, al final son habilidades aplicables a cualquier situación de la vida.

 
Todas estas cosas que he nombrado sirven para cprotegerse y que no acabemos más quemadas que la uña acrílica de una porrera. Ya es bastante duro el ir a trabajar como para hacerlo sin tener un tantito de cuidado y de precaución.
 
Me encantará leer vuestro comentarios al respecto y cuáles son los puntos que habéis echado de menos en esta entrada.
 
Os mando un abrazo enorme para todes y nos leemos muy pronto. Tengo muchas novedades que compartir con ustedes vosotras.

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