lunes, 9 de septiembre de 2019

Septiembre

Hello hello!

Otro día con vosotras para haceros la jornada más agradable. Y es que estamos en un mes, que hablarán mucho de la cuesta de enero, pero ríete tú de la cuesta de septiembre.

Playa



Subir a la báscula y que no te escupa.

Volver a la rutina laboral y no sentir que quieres abandonar la oficina en un unicornio con alas mientras vas dejando un rastro de gasolina y preparas la cerilla que te dará la libertad.

Preparar a los chiquillos para el cole (despertarlos, que se arreglen, que desayunen sin convertir la cocina en zona radioactiva, que se cepillen los dientes, la mochila, el uniforme, las gafas, ... )

O los que nos pisamos los flecos del mantón que tras la ducha hay que exfoliar, hidratar, disimular rojeces, revisar pelos raros que salen en sitios mas raros aún y arrancarlos con furia, secarse el pelo con cepillo redondo, el que da volumen para rematar con laca de la fuerte, bien de desodorante, bien de perfume, PERFUME! PERFUME! Que parezca que eres la heredera de Agua Brava.

Esto los que sean limpias, yo prefiero las toallitas húmedas y el talco ...

Qué agotamiento pensar en septiembre! Me ha dado hasta sed. Y eso, que quede bien clarito, que yo mantengo una relación con mi báscula súper madura, civilizadísima, de paz y armonía ... 
Yo no la molesto, ella no me arroja verdades a la cara.
Yo no la piso, ella no agita su flechita precipitadamnte hacia un número de tres cifras.
Yo no la quemo, ella no se pone en el medio para que me golpee el dedito meñique en mitad de la noche.
Le quito el polvo, la limpio y allí está,  bajo el lavamanos.  Como una sombra.

Una sombra que me recuerda que los hidratos de carbono son peores que asistir como público de primera fila al concierto filarmónico de remixes de la Salchipapa.
Una sombra que me recuerda que soy de hueso ancho.
Una sombra que me obliga a elegir entre el helado de triple chocolate o mi carrera de modelo internacional.
Una sombra que no me deja comerme en paz un bocadillo de calamares a la romana con mucha mucha mayonesa.
  
Por eso y mucho más, os deseo una feliz "vuelta al cole". Ánimo,  coraje, fuerza, optimismo, euromillón ...

Y recordad que si os da la bajona aquí estoy, el que está de baja por depresión,  con los brazos abiertos, para recibiros en esta mi casa y que paséis un buen rato.
Compartid, dadle al me gusta, dejad un comentario, un insulto, un contorno de ojos ... todo me viene bien.

Os adoro!


2 comentarios:

  1. A mi septiembre no me va nada, no me combina con nada, no es tiempo de chanclas ni apetecen los zapatos, de repente y sin avisar los pantalones largos que hace tres meses quedaban estupendos no cierran (si eran Skynny o Slim ni te cuento) y aparte de todo lo que expones hay algo que aquí es como La Amenaza fantasma ¡el recibo del IBI! A mi el único septiembre que me gusta es el de Eart, Wind and Firme y hasta eso tiene su cruz, si conoces esa canción es que los cuarenta ya no los cumples

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