Sentimientos LGBTIQ+

Hola Puntillers, muy buenas tardes a todes.

Tengo que escribir esta entrada porque es una necesidad. Me produce muchísima alegría poder compartir, aunque sea un poquitito, parte de lo que estoy viviendo gracias a Lambda València.

 

Estamos colaborando en un proyecto chulísimo junto al IES Veles e vents, IES El Cabanyal y CIPFP Ciutat de l´aprenent, del que no os puedo adelantar mucho pero si puedo deciros que está relacionado con la moda (mi tema favorito del mundo mundial).

Ayer por la tarde, estuvimos en un taller en el que el alumnado del CIPFP Ciutat de l´aprenent, nos enseñaron sus diseños (están estudiando corte y confección y diseño de moda). O sea, estuve living toda la tarde. Tal y como dice la juventud (en mi mente), me lo pasé chachi.

Todo el trabajo, que involucra diseño de moda, peluquería y maquillaje y fotografía, está basado en capturar y revelar la identidad y la fuerza del colectivo LGBTIQ+.

Ojalá pudiera contaros más cosas. AAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!!!!! Pero no puedo.

El caso es que ayer estuvimos hablando de sentimientos durante la infancia, adolescencia y edad adulta de las personas del colectivo LGBTI+.

Como soy una obsesa de ir a las formaciones y talleres con plan A, plan B y plan C (así hasta la Z), yo preparé mi propuesta en cuanto a sentimientos (que al final no hizo falta porque han hecho un trabajo absolutamente exquisito); pero me apetece dejar plasmados los sentimientos en los que pensé, al preparar la intervención de ayer.

Estos son los sentimientos (bajo mi punto de vista personal y basado en mi experiencia vital):

- Culpa: por no ser "normal". Teniendo en mente lo que mi familia y seres queridos pensarían cuando me "descubriesen". Cuántas veces no cerré los ojos y deseé con todas mis fuerzas, despertarme al día siguiente, siendo "normal".

- Miedo: al rechazo. La herida del rechazo que me sigue pesando como diez bombonas de butano al hombro. Saberme en peligro de ser rechazado por tu primera red de seguridad (la familia no elegida), al mostrar como soy desde pequeña.

- Soledad: durante años pensé que acabaría siendo un mendigo abandonado en las calles por culpa de "no ser normal" y ser rechazado por mi círculo más cercano (¿entendéis ahora el motivo de que la ansiedad me acompañe desde que tengo uso de razón? Lo de generar escenarios trágicos imaginarios se me ha dado, toda la vida, de maravilla).

- Fuerza: que me ha permitido llegar hasta este mismo día, en el que estoy escribiendo estas palabras. Cada mal rato, cada violencia sufrida, cada rechazo, miedo, soledad y culpa, por suerte para mí (no todes les compañeres del colectivo son capaces de soportar esta situación y optan por el suicidio. Somos uno de los colectivos con el índice más alto a este respecto), me han hecho más y más fuerte. Hasta límites que ni yo mismo llegué nunca a imaginar.

Que nunca nadie subestime mi fuerza, porque se partirá el coco contra una pared de ladrillos.

- Seguridad: la que da encontrar pares; personas que piensan, viven, sienten, aman, ... igual que yo (o parecido).

- Amor: el que encontramos en nuestras familias elegidas y que se convierten en nuestras redes de seguridad, las que siempre están, en las que puedes confiar, las que te ayudan, las personas aliadas, ...

- Calma: la que se siente en los espacios seguros. Aquellos lugares en los que nos podemos relajar realmente y no estar pendientes de las malas miradas, los insultos y las agresiones.

A pesar de todo lo vivido, yo tengo la suerte de tener una familia no elegida que me quiere y me hace sentir amado, mis amigos, amigas y amigues que son mi familia elegida y mi segunda familia elegida que es la que tengo en Lambda; en la que aprendo cada día que paso con elles.

Como habéis visto, necesitaba dejar por escrito todos estos pensamientos.

Gracias por estar aquí, conmigo. Os quiero.