Cruising para principiantes

Hola holaaaaaaaaaa, Puntillers!

Mi canción favorita es esa que reza "cuando llega el calor, los chicos se enamoran". Y como hace un calor que parte las piedras, hoy os ofrezco un poco de picante.

Ya lo dijo la eminencia del marketing Paris Hilton: "el s_xo vende"

Así que me he hecho coleta, me he puesto americana y falda hasta la rodilla, a lo Doctora Elena Ochoa y voy a hablaros de "sesso". En concreto, del cruising.

Nota aclaratoria:

Cruising significa relaciones sexuales entre hombres y en lugares públicos, que no a la vista de todo el mundo. Según los mitos, esto solo lo hacemos los maricones y nadie más sobre la faz de la Tierra f_lla en lugares públicos ...

Existe, sobre los hombres homosexuales, la idea de la promiscuidad salvaje. Ese mito que cuenta aquello de que no podemos dejar de practicar el "sesso" en ningún momento.

Con el ascazo que me da el calor, cómo para f_llar en verano!!!!!!

Imagen sacada de AQUÍ 

 

El caso es "deque" hace muchos tiempos se puso en contacto con servidora un peridista llamado Enrique F. Aparicio, para participar en un artículo que estaba escribiendo sobre el cruising. Él me mandaba una serie de preguntas y yo le contaba mis experiencias al respecto.

Mi aportación al artículo no llegó a publicarse y siempre he tenido la espinita de no haber sido Reina por un día en este tema tan sabrosón.

"Asínque" hoy os traígo las respuestas que le ofrecí, en su momento, y que nunca se publicaron.

Enrique F. Aparicio: ¿Qué te impulsó a practicar el cruising?

Servidora: El impulso surgió de la curiosidad. Me encontraba de veraneo en una playa con zona de cruising y sentí la necesidad de probar. Tendría aprox unos 25 años.

Estaba con mi grupo de amigos, algunos con más experiencia en el tema. Los veía entrar y salir. Parecían tan satisfechos que no dudé un segundo y me adentré en aquella pinada.

E.F.A.: ¿Fue muy distinto practicarlo de lo que esperabas que fuera?

 

S: Como no tenía experiencia en el campo, nunca mejor dicho, fue un descubrimiento tras otro. Recuerdo el latido de mi corazón acelerándose al ver a hombres dándose placer unos a otros. Es como que el porno al que estás acostumbrado te explota en la cara y lo vives en primera persona. Esta opinión es muy personal ya que yo me he educado audiovisualmente. Soy de los 70.

E.F.A:  ¿Notas que cambia la relación entre sujetos en el cruising respecto a una relación sexual al uso (en un espacio privado)?

 

S: Claro que cambia. En el cruising la relación es más descarnada, más primitiva. Objetivo correrse, utilizar al otro y chimpún. Por supuesto que existen las excepciones de gente que va a los lugares de cruising con todos los accesorios de la Barbie Explorer. Esa "preparación" forma parte de su manera de entender el placer y el sexo. En la intimidad, en general, es todo más calmado y menos artificial, por decirlo de alguna manera.

Creo que precisamente es esa parte animal del cruising la que lo hace tan excitante.

E.F.A.: ¿Tiene para ti el componente sórdido que mucha gente asume?

 

S: El cruising es sórdido. Pero, sinceramente, lo es porque le añadimos ese componente. En sí mismo no es más que sexo al aire libre. Pero al añadirle las señas, las muecas, pasar varias veces por delante de alguien, encender el mechero para que te localicen, tocar (cuando se practica en la oscuridad), ... lo convierte en un ritual con su propio código, casi como que forma parte del comportamiento masculino, darse placer entre tíos sin besos y sin mostrar sentimientos. Solo mostrando r_bo y c_lo.

E.F.A.: ¿Tu relación con el sexo o contigo mismo han cambiado después de esta experiencia?

 

S: No han cambiado en absoluto. Lo considero, y voy a utilizar un símil gastronómico, como el aperitivo antes de un festín. Añade "imaginario erótico" al sexo que puedo practicar indoor. Me nutre de imágenes a las que recurrir cuando me siento "saltarín" y estoy solo. Cualquier territorio que se explore en el sexo permite el autoconocimiento y aviva la pasión y el erotismo. Ya sabes aquello de muriendo y aprendiendo.

Siempre puedes aprender cosas con las que sorprender a tu futuro amante de habitación con vistas.

 

Y estas fueron mis aportaciones al artículo de este amable periodista.

 

Recordad que el cruising empezó porque nuestra existencia estaba prohibida. No había lugares de encuentro como los de hoy. Ni bares ni discotecas de ambiente. No se podía tener vida de pareja en público, entre personas del mismo sexo. Todo debía ser secreto y discreto. Tuvieron/tuvimos que buscarnos la vida.

Lo que no se ve no existe. Eso es la herramienta principal para borrar del mapa, todo aquello que no sigue la norma.

 

Pues ya sabéis un poquito más de servidora.

 

Gracias por la visita y gracias por leerme. Mil millones de abrazos y nos "vemos" en la próxima entrada.