Probando, probando! Si, si! Uno dos tres... Me se lee?
Otra semana que empieza, otro lunes, nuevas oportunidades!
Si la vida te da la espalda, le tocas el culete!
Se cierra una puerta? Pues se abre una ventana!
Las lágrimas por no ver la luna te impedirán ver las estrellas...
Mira, le daba un bofetón con la mano abierta al que escribe esas mierdas!
El lunes es un asco.
Pero aquí esta vuestra influencer favorita (de frituras y salsa mayonesa) para traer la alegría y el jolgorio a vuestro día. Con suerte volveréis a meter el bate de béisbol en el bolso y la voz que os dice constantemente: acaba con todo!, préndele fuego a la ofi y huye a Brasil! se callará hasta el lunes que viene.
Retomo lo que os explicaba el otro día sobre la simbología del color. El efecto que tiene en el otro si llevamos, por ejemplo, una camiseta amarilla delante de la sede del PP o una verde delante de la sede de UP.
Ay! Disculpad mi aspecto, pero es que estoy recién levantá. Llevo la cara con más marcas que el pasillo de los lácteos del súper de El Corte Inglés.
AZUL
De todos los colores, es el más fácil y popular (como yo en el instituto) a la hora de vestir.
En sus tonos más claros simboliza la frescura, el cielo, da paz y tranquilidad (es el porro de los colores). Símbolo de lo profundo y de lo espiritual.
En sus tonos más oscuros le pasa como al negro, nos remite a la elegancia, al elitismo y a posiciones conservadoras.
Con el blanco y el beige es caballo ganador. Con el rojo adquiere aires marineros y podrás convencer a cualquiera de que tienes el yate aparcado en la puerta de tu mansión flotante.
Es el color ideal para lucirlo en situaciones delicadas, como cuando vas a moñear a esa vecina de tu escalera que tiene un piso turístico ilegal y se pasa las denuncias por el forro de la bragafaja.
VERDE
Sosiego, fertilidad, naturaleza, primavera... (habitación de hospital, funcionario de parques y jardines, barrendera).
De los verdes a mi solo me gusta el pistacho, porque me hace pensar en los frutos secos de las tardes ociosas y el verde del uniforme de los legionarios, que son un clásico de la imaginería homoerótica (creo que no hace falta que os explique esto último. Es tan obvio como la opción sexual de Rosana o la mía própia).
Cuando lo utilicéis para vestir elegid un solo tono de verde. Tienen la tendencia a combinar como el culo entre ellos. O sea, si es verde botella que sea solo ese color, si es verde menta no le esclaféis de repente un verde esmeralda. De lo contrario parecerá que trabajais en Verdecora.
Dato curioso extraído de un estudio de la prestigiosa Universidad de uñas y pestañas de la calle Montera de Madrid. El ochenta por ciento de los paluegos que se te quedan en los dientes son de color verde espinaca o verde lechuga y tus amigas no te avisarán nunca de que lo llevas bien visible.
AMARILLO
La simbología es casi casi evidente: verano, calidez, alegría, extravagancia, inmadurez, luz, riqueza, opulencia (David: OPALEEEEEEEEEENCE!).
Color complicado de vestir donde los haya. O estás morena nivel Beyoncé o vas a parecer la protagonista de Hotel Transilvania.
Es mucho más sencillo vestir los tonos de amarillo que están cercanos a los tonos tierra o a los ocres. Recuerda que añadiendo notas de violeta en los accesorios, tu conjunto pasará de Britney con la cabeza rapada a Mariahvilla Carey.
Los tonos mostaza son para los que tenemos la piel cetrina y nos bronceamos con facilidad, para el resto suele dar un aire de palidez poco saludable, mejor para el bolso de mano, el broche o el puño americano.
NARANJA
Qué viene a tu mente, además del butanero, cuando piensas en el naranja?
Deberían acudir pensamientos alegres, llenos de vitalidad, pensamientos estimulantes y dinámicos.
Resulta menos agresivo que el rojo pero es un color que se detecta rápidamente. De ahí que se utilice en señales luminosas de emergencia, en chalecos reflectantes, conos de tráfico, destacadores para subrayar apuntes ...
Difícil de llevar el solo pero facil de combinar con cualquier tono azul o gris claro (el del pantalón de chándal que marca morcón de toda la vida).
Yo, que vengo del futuro para ayudarte, solamente tengo en mi armario una camisa de leñadora en color naranja, de estas de felpa, y siempre me la pongo bajo una sudadera, dejando a la vista el cuello y un poquito de los puños.
Reconozco que el naranja ámbar, el del mosquito de Parque Júrasico, me resulta precioso para todo lo que sean accesorios. Anillos, pendientes, collares de cuentas, pulseras, una peinetita para rematar un peinado de arreglá pero informal ...
Y por último, mi favorito personal, el que tengo en mi dormitorio como toque en los elementos decorativos:
ROJO
Tiene un montón de connotaciones: deseo de alcanzar el triunfo, vivir la vida al máximo, valor y arrojo, fuerza y energía, vitalidad, pasión, excitación, sensualidad, fiereza, agresividad, revolución, peligro y sangre.
Vestir de rojo en una fiesta centrará la atención en tu persona automáticamente. Te hará destacar sobre el resto (si hay otra vestida de rojo solo tendrás que encerrarla en un escobero y tirar la llave o, si eres más pacífica, derramarle la copa de vino por encima).
El refresco más famoso, el color de labios más vendido, los coches más veloces, los héroes más poderosos, las señales de tráfico, ... todo esto comparte el color rojo, y es por todo lo que habéis leído arriba.
Qué peligros implica?
Vulgaridad como no hayas sido cuidadosa al elegir los accesorios (nunca lo combines con negro o con dorado), mejor los tonos plateados por añadir tonos más fríos al conjunto y así reducir la fuerza del rojo.
Limita a la hora de maquillarse y peinarse. Inclínate por un maquillaje suave, enfatizando los ojos y por un peinado sencillo que te deje la cara bastante descubierta (moño bajo, coleta alta, trenza de espiga, ... el flequillo lo puedes llevar como más guapa te sientas).
Y que si estás muy delgada y te pones toda de rojo, vas a parecer un arañazo (y tienes todo mi odio por poseer un metabolismo privilegiado).
Esto es todo respecto a la simbología del color. Espero que os resulte de ayuda a la hora de decidir qué os vais a poner. Mis lectoras sois todas de ir a recepciones de embajadores y de salir a merendar con Tamara (súper para nada) Falcó.
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Como hilo por puntilla es todo sabor y cero calorías.
Os adoro!
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