Hola!!!!!!!
Hace exactamente una semana y un día se
casaban dos de mis mejores amigos, Ángel y Carlos. Fue una de las tardes más
inolvidables de mi vida, llena de emociones, de nervios, de buenos sentimientos
y lo más importante, de buenas personas.
Yo soy, como dice mi madre, de morro flojo
(lloro con una pasmosa facilidad), ya me notaba yo antes incluso de empezar a
arreglarme para la boda, ciertas cosquillitas en la tripa. Efectivamente me
convertí en el que más lloró de los invitados a la boda, en el Bustamante del
matrimonio, jejejejejeje!!!
Verlos aparecer acompañados de sus padres,
los padrinos y los testigos casi me hizo desmayarme. Tras la ceremonia leí un
texto que había preparado para los dos, un texto que resumía lo que siento por
ellos y lo que significaba ese momento para mí.
Cuando llegó el momento en el que me enfrenté
al micro y debía empezar a leer no encontraba mi voz (me sentía Leticia Sabater
en cualquiera de sus conciertos en las mejores discotecas de todos los polígonos
industriales de España). Pero mi voz apareció y empecé a leer (entre lágrimas y
mocos, literalmente).
“… Hoy quiero hacer un ejercicio de memoria.
Ángel, ¿recuerdas aquella tarde?
Los dos estábamos viendo, en el piso de la
calle Villareal, la película 50 primeras
citas.
Recuerdo que estabas sentado a mi derecha, en
ese sofá tan cómodo que era como estar sentado en el bordillo de la acera.
A pesar del calor que hacia aquella tarde de
verano estabas abrazado a un cojín. Toda la película lo tuviste entre tus
brazos.
Al acabar la película, que era la típica película
romántica que hay que ver un domingo por la tarde con un litro de helado de
chocolate, dijiste en voz alta que querías un novio.
Al poco tiempo conociste a Carlos y
pronunciaste la frase ES ESTE!!
Hoy, aquí y ahora, no solo has conseguido un
novio, tienes un compañero, un amigo, tu motor y tu equilibrio. Has conseguido
un marido.
Todos, absolutamente todos los que estamos
aquí hemos sido, somos y seremos testigos de vuestro amor, de lo bien que os complementáis
el uno al otro, de lo buena pareja que hacéis.
Quería daros las gracias a los dos por ser
mis amigos, por dejarme formar parte de vuestras vidas, por ser como sois y
demostrar, hoy y siempre, que solo hay un tipo de amor, el de verdad, el
vuestro.
Os quiero, os admiro y os respeto.”
Espero que no se os dispare el azúcar, pero era preciso compartir ese momento tan maravilloso que viví con mis adorad@s lector@s.
demostrando que no soy un robot (una palabra xeca, ha!) relleno el cuadrito de abajo con números y letras que apenas puedo leer por las lágrimas que me están llenando los ojos.
ResponderEliminarun beso