Hola!
Aquí me tenéis de nuevo y CON BUENA NOTICIA: he sido nominado a los premios
Premio Versatile Blogger
Me he quedado muerto en la bañera y con los pendientes puestos!!!!
Hoy la entrada trata de algo que estaba pendiente de cerrar y concluir en mi vida y que me pesaba como unas tetas de silicona de medio litro cada una. Este ha sido el año en el que he acabado mi carrera, Bellas Artes.
Quién me lo iba a decir? Pues si, acabadita está y con buenas notas además. Y como guinda (osea, proyecto de final de carrera), os quiero hablar de la expo que tengo estos días junto a mi adorada Mariana Pantoja en la sala de exposiciones de la Junta Municipal de Ciutat Vella, en Valencia capi, calle Micalet 1, hasta el día 3 de agosto de 17:00 a 20:00.
RECUERDOS LAZADOS es el nombre de la expo, pero mi parte, situada en el 4º piso de la sala de exposiciones, se titula AUSENCIA Y SUBSTITUCIÓN.
A continuación os hago un copy-paste de todo el desarrollo teórico que sustenta las piezas (esculturas textiles, si, soy escultor téxtil), y al final os dejo también las fotos de las piezas que la forman.
AUSENCIA Y SUBSTITUCIÓN
La exposición presenta una serie de trabajos creativos que reflexionan sobre la memoria, los afectos y sentimientos que los humanos tienen ante la ausencia de alguien querido y la necesidad de buscar y encontrar una substitución para amortiguar el dolor y proseguir con la vida diaria.
Para ello, he utilizado la relación estrecha que existe entre arte y moda, no debemos olvidar que la moda es un reflejo de las transformaciones de la cultura, el pensamiento y el comportamiento de la sociedad a lo largo de la historia.
La elección de las prendas de vestir como elementos escultóricos alude, directamente, al tema de la exposición. Utilizar prendas de vestir facilita que el discurso sea en primera persona, fortalece lo personal de la disertación, su exclusividad (ya que lo hago desde mi interior, desde mis recuerdos y pensamientos).
Cabe destacar que las prendas de vestir hacen referencia directa al cuerpo, al ser humano, a la piel,... facilitando la activación de los mecanismos y resortes que hacen funcionar la recuperación de la memoria y los recuerdos del espectador. Hablan de quienes somos, de como pensamos, de nuestro género, de nuestra cultura, de nuestro sexo,... hacen referencia a todo aquello que nos resulta directamente/estrechamente familiar, a nuestro contexto, a nuestro círculo. Al mismo tiempo que resguardan y cubren nuestro cuerpo, protegiendo su intimidad y su fragilidad.
En la exposición AUSENCIA Y SUBSTITUCIÓN siguen protegiendo mi intimidad y fragilidad pero también la de mis recuerdos, la de mi memória afectiva, la de mi familia.
Para situar el origen exacto de la exposición y de las técnicas que he utilizado para generar las piezas, he de hablar de mi pasado como diseñador de moda.
Tras finalizar mi carrera profesional en este mundo, siento la necesidad de llevar a cabo un “exorcismo”. Me siento en la obligación de liberar a la moda de toda la banalidad que a ella va adherida y que solo aporta imágenes poco definidas e ideas equivocadas al respecto de lo que es realmente el mundo de la moda. Para ello empiezo una profundización en los aspectos más técnicos de la confección, en el apartado más matérico, desprendiéndome de cualquier metáfora o espiritualidad,
de cualquier máscara que distraiga de lo que podemos encontrar en el fondo, la técnica. Y basándome en la técnica consigo establecer contacto con la belleza. La belleza que desprenden las prendas, la belleza de aquellas artesanías que construyen objetos únicos, carácter que se consigue gracias a “el buen hacer” (la maestría). Mediante el proceso de abstracción aíslo conceptualmente un objeto (prenda) o algunas de sus propiedades. Aplico la abstracción en el proceso de construcción
de la belleza (la técnica), en lo textil como soporte.
A medida que maduro el concepto aparecen las “puntadas manuales” (bordar), como materialización de la reflexión.
A medida que maduro el concepto aparecen las “puntadas manuales” (bordar), como materialización de la reflexión.
Busco a través del proceso artesanal ese componente humano que otorga, a cada una de las piezas, una vibración, un latido que las convierte en objetos únicos. Las puntadas manuales son las letras que escriben la historia de los primeros recuerdos vividos y no vividos de mi infancia.
Tras la desaparición de una presencia importante para mi madre y coincidiendo con mi nacimiento, la vuelvo a poner en contacto con la vida tras la tristeza provocada por esa ausencia, de ahí surge el título de la exposición.
Por todo lo que esto implica recibo una herencia emocional que asumo inconscientemente, lo que condiciona la relación materno-filial y su futuro desarrollo.
Por todo lo que esto implica recibo una herencia emocional que asumo inconscientemente, lo que condiciona la relación materno-filial y su futuro desarrollo.
Hay valores que se adquieren con el transcurrir de la vida, con la propia experiencia.
Otros se adquieren de manera oral, casi como una leyenda, casi como un cuento. Se quedan en mi interior y forman parte de mi personalidad.
¿Qué necesidad tengo de compartir mis vivencias?
¿Qué necesidad tengo de compartir mis vivencias?
Principalmente lo hago por mí. Rememorarlas me ayuda a entenderlas, a ordenarlas, a establecer un orden/una jerarquía, a entender mejor el camino que he recorrido hasta ahora.
He sentido la necesidad de llevar a cabo un repaso por mi vida, para poder entender “lo de ahora” gracias a “lo de antes”.
Lo hago públicamente. Sintiendo que el tema que planteo pueda servir para conocer algo más de mí a través de las piezas, construidas con un lenguaje personal y propio. Había que empezar por algún momento concreto y lo más lógico es empezar por el principio: el nacimiento.
No es exhibicionismo, no pretendo epatar, no busco aprobación, ni enjuiciamientos, solo compartir. Simplemente. ¿Busco aceptación? No. Ya estoy aceptado por diferentes personas.
¿Busco formar parte del grupo? No. Ya formo parte del “grupo”. Estoy presente, formo parte de la vida de los demás. Soy compañía, hago compañía, tengo compañía.
Es por mí. Es por entenderme.
Es por mí. Es por entenderme.
Pongo en valor lo que forma parte de mi bagaje/equipaje emocional, los recuerdos que he vivido y los que tengo a través de otras personas de mi entorno, sin haberlos vivido yo. Los valores que se me han transmitido y que he interiorizado al aceptarlos como propios.
Al hablar de mi lo hago de una manera totalmente subjetiva, inevitablemente. Ofrezco una versión de mi mismo, de una forma consciente, a través de mi “lenguaje personal”, aquel que he adquirido a lo largo de los años y que condiciona pensamientos, acciones y reacciones.
Al hablar de mi lo hago de una manera totalmente subjetiva, inevitablemente. Ofrezco una versión de mi mismo, de una forma consciente, a través de mi “lenguaje personal”, aquel que he adquirido a lo largo de los años y que condiciona pensamientos, acciones y reacciones.
Hago un ejercicio de sinceridad, con el espectador y, principalmente, conmigo mismo. A modo de limpieza, a modo de exorcismo, a modo de viaje por los recuerdos. Quiero recordar las cosas importantes, las cosas bellas, las cosas que han pasado a ser emociones, las cosas que me han marcado a la hora de pensar, elegir y reaccionar.
¿Por qué quiero compartir? Porque siento la necesidad de hacerlo.
¿Por qué quiero compartir? Porque siento la necesidad de hacerlo.
Porque siento que debo, de alguna manera, rescatar “figuras” que forman parte de mi vida y que, tal vez, no tengo lo suficientemente presentes. Suena a homenaje, pero no deja de serlo cuando recordamos algo bello vivido/compartido con alguien, aunque lo hagamos en silencio. En este caso hay silencio, pero el silencio lo producen las piezas, en su interior quedan guardados para siempre esos homenajes mudos, pero que no por ello tienen menos valor o menos fuerza. Siempre esperando a que los espectadores, aunque no sea directamente, los sientan como propios, los reconozcan y les resulten familiares.
Descripción
La obra que preside el principio de la exposición, y que aparece en esta por ser el punto de partida de toda la reflexión/narración, es una imagen capturada a través del escáner y lo hace enmarcada en la pared a la manera tradicional.
La exposición consiste en ocho piezas, siete de las cuales son prendas de vestir suspendidas en el aire.
Estas prendas, aquí convertidas en esculturas, están realizadas a escala humana y están confeccionadas siguiendo las técnicas que se aplican en el mundo de la confección. Son técnicas (el coser, el bordar), próximas a mi, son técnicas que conozco y domino, que entiendo y que me sirven para materializar ideas, pensamientos, aspiraciones, preocupaciones, de los conflictos internos que forman parte de todos y cada uno de nosotros.
Cuatro de las prendas son ropa de bebé. Son estas las que hacen referencia directa a mi, a mi nacimiento, a mi origen, a mis pensamientos, a mis recuerdos. Las tres restantes están confeccionadas siguiendo las medidas de una mujer adulta. Las tres son prendas claramente femeninas (un vestido, un camisón y una falda), y conectan profundamente con la presencia, y su importancia, de lo femenino en mi vida, desde mi origen. Hacen referencia, también, a la importancia de cada una de las figuras femeninas que han marcado, marcan y marcarán el desarrollo de mi existencia.
En todas ellas se utilizan los materiales textiles (retorta de algodón, tarlatana, tul ilusión, hilo de coser color beige, hilo de bordar color rojo), como soporte y como materia prima, para llevar a cabo un recorrido a través de mi memoria afectiva, mis recuerdos adquiridos consciente e inconscientemente.
Historias que he vivido e historias que me han contado.
Historias que he vivido e historias que me han contado.
Recuerdos de los que he sido protagonista y otros de los que he pasado a ser “espectador”, recuerdos que se han formado gracias a la transmisión oral de mi círculo familiar más próximo, aquellos que he aprendido y memorizado como quien aprende y memoriza los cuentos que ayudan a la conciliación del sueño de los niños pequeños.
En varias de las prendas aparecen motivos bordados con el hilo rojo.
Situados en la mitad derecha de las prendas, en la mitad en la que se “encuentra” el corazón, el motor de la vida, el que irriga nuestro cuerpo. Elegir el color rojo no es algo casual, es una elección meditada y cargada de significados, cercanos a todos los seres humanos y por ser un color íntimamente ligado a mi y a las figuras femeninas de mi contexto familiar. Por esto lo utilizo como símbolo de vida. Una vida que entiendo como recorrido, como crecimiento, como sendero,… determinado por todo aquello que llevo en el interior siendo consciente y no siéndolo al mismo tiempo.
Bueno, espero que no os resulte aburrida la entrada de hoy, siempre no puedo estar hablando de mamarrachas o de muertos de hambre (que por cierto será la próxima entrada: LAS "BUANABIS").
Un besote muy fuerte para tod@s y espero veros por la expo, que no solo hay que ir al INEM, también se pueden visitar las expos de las buenas personas, jijijiji!
(por cierto LA MARAVILLOSA ILUSTRACIÓN del cartel de la expo nos la ha hecho la MARAVILLOSA PILI AGUADO, laorugadecelia)
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