Describiendo.

DESCRIPCIÓN PERTENECIENTE A UN EJERCICIO DE CLASE DE LA ASIGNATURA DE

ESCENOGRAFÍA.

Tras visionar de nuevo las tres imágenes propuestas he decidido describir la primera, tal vez por estar más próxima a la naturaleza en la que me siento más cómodo, la naturaleza “enlatada”.

Un trocito de paraíso tropical al que se accede a través del pago de una entrada, tener acceso a un viaje a un destino soñado aunque sea durante unos instantes.

Las rocas, las piedras, los acantilados, … puro cartón piedra o resina de poliester, desconozco exactamente en que materiales se habrán fabricado, aquí las erupciones volcánicas y la erosión han tenido poco que ver.

El agua. El agua siempre estará a la misma temperatura, con la misma cantidad de oleaje controlado, la misma transparencia, … la misma, … la misma que cada día que este “paraíso en conserva” se abra al público. No puede haber fallos o descontroles, ha de conservar su capacidad de ser un producto rentable.

Se termina con la aleatoriedad que se puede apreciar en el crecimiento y distribución de las plantas (en su estado más salvaje), se anula el factor sorpresa por el cual se desarrolla y distribuye la vegetación. En este caso serán artificiales y/o criadas expresamente, conformando un vergel diseñado por algún paisajista. Todo medido y desarrollado para causar la mayor sensación de profundidad paisajística y curiosamente de naturalidad.

Sabiendo que siempre que acudas encontrarás la misma temperatura, sin peligro de que el día elegido para disfrutar de un relajante baño, no caerá un super chaparrón o hará tanto viento que acabarás con arena hasta dentro de las orejas, … Es ir a lo seguro, a no permitir que la naturaleza gane la partida, aislar de sus efectos a aquello o aquellos que entren al pabellón climatizado.

Ordenar/organizar a la naturaleza de esta forma es, también, ordenar/organizar, en cierto modo, la sociedad (las personas(, en la que e han desarrollado este tipo de entretenimientos. Que cada uno  tenga su lugar: los que pueden paga el avión y el hotel allí, los que pueden pagar la entrada a “la lata” aquí.

Naturaleza artificial como entretenimiento, para pasar el rato sin interferencias animales, sin peligros derivados de medusas, tiburones, peces tóxicos, … sin corrientes de agua que puedan alejarte de la costa, …, controlar lo incontrolable, controlar la naturaleza, extirparle de cuajo la libertad que posee y su capacidad de auto equilibrio. Sustituyéndolo todo por un grandísimo (que no grandioso), escenario para que la familia, sea del tipo que sea, se pueda relajar, se pueda divertir, pueda relacionarse con otras familias, sean también del tipo que sean.

Pero realmente ¿son lugares en los que las relaciones son naturales?

Seguramente no. En ese contexto artificial solo pueden darse combinaciones artificiales. Todo ello vigilado por cámaras de seguridad.

Quizás la gente que acude tampoco busque relacionarse y que de ese encuentro surja una amistad que perdure por y para siempre… Solo un ratito, solo para esa jornada de relax “playero-enlatado”, todo muy profiláctico.

Controlado, naturalmente controlado.