lunes, 6 de enero de 2020

Mamá Puntilla

Holi holiiiiiiiiiiiii Puntillers!!!!
Llegó el día. El día de abrir regalos, de aprovechar que los peques están entretenidos con sus nuevos trastitos para venir a este vuestro blog, desconectar un poco del "terremoto" navideño y, principalmente, de leer la primera colaboración que hago con otra persona escribiendo aquí (my mom!!).

comohiloporpuntilla.com

Estoy nerviosa y emocionada, como Lina Morgan, a partes iguales.
Espero que os guste y que disfrutéis de este regalo de Reyes que os hago.
No os adelanto ná, para que sea chorprecha!

Os adorooooooooooooooo!



"Soy Mamá puntilla y esta es la primera vez que escribo aquí en el blog.
Como hay que empezar por el principio, nací en Valencia capital siendo la pequeña de cinco hermanos en el seno de una família (trabajadora y emprendedora por narices, debido al contexto político) poco al uso para esa época. 

Recibí mi formación académica en un colegio de monjas. Siendo pequeña ya me juré a mí misma que jamás un hijo mío pisaría un centro de esas características.

Continúe mi educación en un centro mixto (pensad que era otra época,  nada que ver con los coles de hoy en día).

Muy jovencita empecé a trabajar en el salón de peluquería que poseían mis padres en la conocida Avenida del Puerto de la ciudad de Valencia. Allí me convertí en una peluquera profesional reconocida hasta el día de hoy, en el que antiguas clientas me siguen pidiendo que vuelva a ejercer.

Una máxima que sigo en mi vida desde niña es que nunca es tarde si la dicha es buena. No descarto retomar la formación académica,  aprender un idioma, ... tener la mente siempre en marcha. Viva.

He sido madre muchos más años que peluquera, que ya es decir. Tuve una larga carrera como profesional del cabello. Y para serlo, lo de madre, no hay libro de instrucciones. Todo es sobre la marcha e improvisando.

Lo bueno, tenía de referencia a Lola, mi madre. Artista de teatro gracias al cual viajó por muchas ciudades, pueblos e incluso otros países (ya sabéis aquello de cruzar el charco). Tenía la piel más hermosa que se recuerda en mi familia. Y además  era una magnífica peluquera. Pionera en muchas técnicas poco conocidas a nivel general en aquella época. Especialista en ondas al agua hechas a mano y tirabuzones perfectos como muelles para que las niñas tomaran la comunión radiantes y hermosas.

Era una madre severa, amorosa y divertida a partes iguales. Enamorada de los remedios naturales y que ya nos enseñó a reciclar antes de los años 60.
Conseguía repartir su tiempo y energía entre sus clientas, sus cinco hijos y su marido, mi padre. Peluquero de señoras e introductor del corte a lo garçon en la ciudad de Valencia.  Corte que aprendió en uno de sus muchos viajes.

Lo dicho, respecto a la maternidad, cuando me quedaba en blanco con las cosas que hacen y dicen los niños, recurría a sus consejos, a sus acciones, a sus frases, ... 
Todo lo que podía recordar más lo que había interiorizado sin ser consciente de ello.
Es lo que tenemos las mamás,  dejamos huella y nuestra presencia ,en la vida de los nuestros, es imborrable.

Nunca te olvido!

Para orientarme con esto de la maternidad mis objetivos siempre fueron los mismos: que mis hijos e hija tuvieran confianza en ellos mismos y en nosotros, mamá y papá. 

Ser paciente y flexible para comprenderlos bajo cualquier circunstancia.

Mostrarles cariño incondicional y educarlos en el respeto por los demás y por ellos mismos.

La maternidad ha sido, en mi caso, la felicidad que ha puesto en marcha mi "motor" día tras día. Es una responsabilidad abrumadora pero, al mismo tiempo, ir viendo los resultados de tu esfuerzo hace que te sientas orgullosa y completa. Y hablando de orgullo, el mío se basa y reside en ver a mis hijos felices, alcanzando metas poco a poco o más rápido (cada uno es un mundo), que sean sanos de mente, sin rincones oscuros ni maldades, sinceros con ellos primero y después con los demás, leales y honrados, en toda la extensión de la palabra.

Por eso mismo es tan grande mi indignación ante aquellas madres, padres, hermanas, hermanos, ... que no quieren aceptar la sexualidad o la identidad de género de sus hijas, hijos, hermanas y hermanos.

No es solo que me indigne. Es la pena que me produce, ya que el tiempo pasa y no se recupera y se consume muchísimo más rápido de lo que parece.
Me da igual el podere adquisitivo, nivele de formación, orígenes, religiones, creencias, títulos, ...

El tiempo que se desperdicia nunca, y repito, nunca se recupera. Después llegará el arrepentimiento, el sentimiento de culpa y las barreras imposibles de sortear.

Nosotros, mi marido y yo, estamos plenamente orgullosos de cómo hemos educado a nuestros hijos. En el respeto, la empatía y el sentimiento de grupo, de no olvidar jamás que todas y todos vivimos en sociedad, que no podemos permanecer aislados del resto. De esa manera solo se consigue dejar de vivir momentos dulces, divertidos y emocionantes que no se repetirán nunca. Pensadlo bien.

Ver a nuestros hijos tan unidos entre ellos, lo bien que se conocen unos a otros, que siempre están ahí cuando uno de ellos requiere la ayuda de los otros o, simplemente, palabras de apoyo y confianza, ... nos hace sentir que ya tenemos todas las "medallas" posibles ganadas.

La mayoría de personas, por desgracia, viven "cara a la galería", como en los primeros capítulos de La Casa de las Flores (es que esa serie de NETFLIX me encanta). Nosotros vivimos cara a cara, mirándonos a los ojos, estando unidos y presentes. Ese es nuestro "tesoro de joyas de familia", nuestra fuerza.

Aunque no me gusta en absoluto la palabra que voy a emplear, no hay nada en este mundo que me dé más ASCO que la hipocresía y la mentira.

En el momento que estamos viviendo como país hace falta deshacerse de esas dos lacras y poner en marcha la COMPRENSIÓN, el RESPETO, PENSAR EN LOS DEMÁS PRIMERO y aplicar en cada acción el AMOR.

Y, como conclusión a mi primera colaboración en Como hilo por puntilla, no me quiero despedir sin decir a los cuatro vientos lo siguiente:

A LAS PERSONAS SE LAS QUIERE POR SU CALIDAD HUMANA, ni por el dinero, ni por las cosas materiales que acumulen, ni por como vistan, ni por el cargo que desempeñen, ... Se las quiere por sus acciones, por cómo se comportan en sociedad, por su generosidad hacia los demás...
Lo demás es todo humo.

Solo humo.

Mamá Puntilla"    

2 comentarios:

  1. 😍😍😍😍😍 ¡Que palabras más sabías! A mi ya me ha ganado como me ganastes tu con tus ocurrencias y tú humor ¡Bravo!👏👏👏👏👏

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    Respuestas
    1. Si es que es una blogger de casta. Ojalá se anime y siga escribiendo. 😘😘😘😘😘😘😘😘

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