Holi holiiiiii Puntillers!
Servidora ha vuelto al gym. Si. Con entrenador personal y todo. He pensado que va a ser la única manera de quitarse tooooodos los kilos que he engordado durante los meses que estoy de baja. En el gimnasio llevo una semana, pero hoy ha sido el primer entrenamiento.
Cómo os lo diría?
“Mecreodeque” he acabado con la misma cara que cuando te caes por doce terraplenes, estás en agosto al sol de Murcia y has tenido que correr para no perder el autobús.
Muerta en vida.
Poder estar en el gimnasio, en hora punta, lleno de gente, con todo el ruido, la música ambiental, las teles, el calor, la humedad y que no te dé un colapso, para mí es todo un triunfo. Son pasos pequeñitos, que igual leéis esto y decís: está influencer es más exagerá que el cine! Pero para servidora es todo súper importante. Tan importante como cuando Sergio Ramos se hace las mechas rubio dorado caramelo.
Estoy haciendo todas “las tareas” que me ha mandado hacer uno de los psicólogos, para ir sobreponiéndome a toda esta situación.
Ahora con la medicación estoy pasando por una etapa de euforia y arranques de mala hostia, pero que tela marinera.
Con lo buenecete que soy yo y ahora estoy que salto como un resorte a la mínima que me siento amenazado, acorralado o en peligro. Que yo me sienta así no significa que sea real, pero es lo que tiene la almendra humana, que le salta un chispazo y ya tenemos montado un espectáculo musical de Las Vegas.
Os cuento estas cosas para acabar con el estigma de la salud mental y el tabú que supone para muchas personas y/o familias. Cualquiera puede verse en mi situación o en otras. En ese momento hay que acudir al especialista. A través de la/el médico de cabecera. Te deriva al correspondiente especialista y a curarse.
Estamos juntos en esto, qué no se os olvide!
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